En 1962, el general Ne Win y los militares dan un golpe de Estado y convierten Birmania en una República Socialista. En 1988 tuvo lugar una revuelta popular en la que murieron centenares de activistas opositores y que provocó la caída del régimen socialista, aunque las Fuerzas Armadas vuelven a tomar el poder, esta vez bajo una Junta Militar. Ésta permite elecciones en 1990, donde la Liga Nacional de la Democracia (LND), liderada por Aung San Suu Kyi, hija de Aung San, héroe de la independencia de 1948, vence por amplia mayoría absoluta (80%). Sin embargo, los militares no aceptan el resultado electoral, reprimen toda oposición y condenan a Suu Kyi a arresto domiciliario hasta 1995. La líder opositora recibe el premio Nobel de la Paz en 1991, por su labor en favor de la democracia y los derechos humanos en el país.
En julio de 1997, Birmania consigue entrar en la ANSEA (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) para romper con su aislamiento internacional y mejorar su deteriorada economía (en 1998, el 46% de sus inversiones procedían de la ANSEA). Pese a la leve mejora, en 1999 no se han detectado síntomas positivos en ninguno de los dos aspectos.
En cuanto a la política interna, la Junta Militar, liderada por el general Than Shwe, en el poder desde 1992, ha continuado con la represión civil, especialmente contra la LND de Suu Kyi y también contra las minorías étnicas (Karen, Shan, Kareni, Kachin, Mon, Wa...), las cuales luchan desde 1948 para conseguir la independencia de los territorios que habitan o lograr amplias autonomías. En enero, unos 300 opositores al régimen fueron detenidos y condenados a largas penas de prisión. A principios de agosto, lo fueron otros 150 birmanos, en su mayoría estudiantes. Según Amnistía Internacional (AI), la Junta Militar mantiene todavía encarcelados a unos 3.000 activistas políticos, 200 de ellos pertenecientes a la LND.
El único síntoma de apertura en 1999 ha sido permitir que una delegación de la Cruz Roja Internacional visitara las duras cárceles birmanas y se entrevistase con algunos detenidos, aunque el gesto fue más encaminado a mejorar la negativa imagen internacional que no a una actitud de progreso democrático, ya que en septiembre una delegación de la ONU visitó Birmania y criticó la represión gubernamental, las ejecuciones sumarias, la confiscación arbitraria de la tierra y el uso generalizado de mano de obra forzada.
La muerte en Londres, el mes de marzo, de Michael Aris, marido de Suu ... |