Dado que las tres cuartas partes de los ingresos de Arabia Saudí provienen del petróleo, la monarquía saudí emprendió una serie de medidas para paliar el descenso del precio del barril de crudo. Una de ellas fue la de reunirse con el presidente de Irán, Mohammed Jatami, el 16 de mayo. La visita del dirigente iraní a Riad es la primera que realiza un presidente de Irán desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, hecho que pone de manifiesto la gravedad de la situación. |
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El descenso de los precios del crudo, con costes que oscilaban a principios de año entre los dieciséis y los diez dólares el barril, ya suscitó los primeros contactos entre los dos mayores productores de petróleo meses antes, fruto de los cuales nació el acuerdo para reducir la producción. En el mes de marzo, tomaron una decisión histórica al limitar la producción a 7,5 millones de barriles diarios, dado que desde la guerra del Golfo no se había producido ningún recorte. La actitud pronorteamericana de Arabia Saudí, que contrasta con los desafíos constantes de Irán a EE.UU., no ha resultado ser un impedimento a la hora de negociar una resolución conjunta para parar la crisis económica. El acuerdo para la rebaja de la producción petrolífera permitió que el precio del crudo se volviera a disparar hacia finales de año.
La colaboración entre ambos países asusta a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), país que teme perder la disputa con Irán sobre tres islas que Teherán se anexionó apenas proclamarse su independencia, en 1971. La importancia geoestratégica de la zona, ya que la quinta parte de las exportaciones mundiales de petróleo pasan por el estrecho de Ormuz (entre Irán y los EAU), ha provocado que el Gobierno de Abu Dhabi (capital de los EAU) criticara, durante el mes de julio, el progresivo acercamiento entre Riad y Teherán que se está produciendo desde que el moderado Jatami se hizo cargo de la presidencia de Irán. Este año, los EAU concedieron un préstamo de 5.000 millones de dólares a la monarquía wahhabí de Arabia Saudí, hecho que ha permitido a su Gobierno subir el tono de las críticas.
La política austera a la que se ha aferrado Riad, con la suspensión de proyectos, la renegocación de contratas o la disminución de las compras, no ha impedido que Arabia Saudí acumulara un déficit presupuestario tres veces más elevado del previsto (12.300 millones de dólares). El presupuesto para 1999 es una fiel muestra de este retroceso económico, porque se estableció sobre la base del precio de 12 dólares por barril, una cantidad que contrasta con la cifra de 30 dólares de hace tres años. La política presupuestaria del Gobierno de Riad conjugó la restricción de los gastos y de las reformas económicas, aun cuando no instauró el impuesto sobre la renta reclamado desde hace tiempo por el FMI.
Internamente, pese al grave estado de salud del rey Fahd, el monarca wahhabí se ha mantenido en el trono por la ausencia de consenso en el seno de la familia real. ... |