modo, el líder de El Olivo aceptó la posibilidad de una reforma del sistema de pensiones. Pero los sindicatos se negaron a aceptar ninguna de las dos reformas. La guerra de Irak, por otro lado, también ha dañado profundamente a la izquierda. Fue el Gobierno de Berlusconi, de centroderecha, el que se alineó del lado de Bush en contra de la opinión pública, pero una vez hubo finalizado el conflicto bélico, las encuestas demostraron que había sido la izquierda quien había perdido más popularidad. Esto probablemente pasó porque les faltó un mensaje de unidad, lo que provocó que volvieran a manifestarse de forma dispar. Por un lado, una minoría radical, liderada por el ex líder sindical Cofferati, se alineó del lado de los manifestantes que repudiaban la guerra, a la vez que se preguntaban si no sería mejor un conflicto largo para que cayera derrotado Estados Unidos. El grupo de Fassino y del ex primer ministro Massimo d’Alema, por su parte, mantuvieron un tipo de oposición más institucional, y esperaban un rápido desenlace con victoria de la coalición. Ambos se acusaron de cinismo por defender un tipo de conflicto de mayor o menor duración. Esto volvió a beneficiar al Gobierno de Berlusconi, que obtuvo, según las encuestas, una mejora en la opinión pública del 27,2% al 32,8%, mientras que la izquierda cayó de un 24,3% a un 23%. Falta un líder carismático que resucite a la izquierda. Para algunos italianos la mejor opción sería la vuelta del ex primer ministro Romano Prodi ___ahora presidente de la Comisión Europea___ quien podría preparar a la izquierda italiana para las generales de 2006, y recuperar el liderazgo izquierdista de hace años.
En este año no ha habido elecciones generales, pero sí regionales y municipales. En las municipales de mayo de 2003, la izquierda italiana le arrebató Roma a la coalición de Berlusconi. A principios de junio, tuvieron lugar las elecciones regionales, en las que la coalición de El Olivo volvió a ser la gran vencedora en varias regiones y ciudades italianas. La derrota de Il Cavaliere, sin embargo, no fue tan espectacular como esperaban algunos izquierdistas ya que, a escala nacional æcomo se apresuró a destacar Berlusconiæ su coalición había resultado ganadora. Desde estos resultados, la coalición de La Casa de las Libertades se ha visto sumida en una crisis interna, entre la Alianza Nacional, Forza Italia y, sobretodo, la Liga Norte de Umberto Bossi.
El Gobierno de Berlusconi se ha visto empañado desde principios ... |