la lista continúa con la muerte de ocho supuestos delincuentes, que fueron linchados en Noakhali a principios de diciembre. Los enfrentamientos en la zona montañosa de Chittagong se han recrudecido este año. El distrito de Chittagong está básicamente habitado por etnias minoritarias encabezadas por dirigentes feudales. Estos grupos se enfrentan a los inmigrantes que llegan de los valles, buscando oportunidades para establecerse y vivir en las montañas.
Economía
Más del 50% de los 135,7 millones de habitantes de Bangladesh vive bajo el umbral de la pobreza. Según un informe de la asociación de consumidores de Bangladesh, el coste de la vida ha aumentado un 10,48 por ciento este año, mientras que el incremento fue del 8,52 por ciento en 2002 y del 5,42 por ciento en 2001. La población de las zonas más pobres, en el norte del país, ha tenido que reducir su alimentación a una comida diaria. El Gobierno del BNP ha repartido, en diciembre, comida gratuita en las áreas más afectadas y ha garantizado que no se han producido muertes por falta de alimentos.
A la inflación se suman el aumento de la corrupción en el sector público y la paralización del proceso de liberalización. El informe del organismo Transparencia Internacional sobre los índices de corrupción en diferentes países, publicado el 7 de octubre, volvía a catalogar este año a Bangladesh como el país más corrupto. Así que el mal gobierno se ha añade a la lista de causas de la pobreza. Aunque cincuenta países han seguido el exitoso sistema de microcréditos originario de Bangladesh, ideado y puesto en práctica por Mahammad Yunus en el Grameen Bank -“banco de los pobres” en bengalí-, su población sigue pasando hambre. El Grameen Bank concede créditos a los más pobres y los convierte en accionistas de la entidad. La institución, sin ánimo de lucro, ha salvado de la miseria a cientos de miles de bengalíes, sobre todo mujeres, y emplea a más de 22.000 personas. Pero según algunos analistas, los planes contra el hambre no surgen efecto entre el 25 por ciento de la población, afectada por unos niveles de pobreza demasiado profundos.
Bangladesh podría incrementar el PIB por habitante notablemente si exportase una parte de sus ricas reservas en gas natural. En el debate sobre la posibilidad de exportación, hay quien cree que no debe llevarse a cabo para poder disponer de ellas cuando el país pueda consumirlas; quien argumenta que vendiendo parte de ellas, la economía mejorará y podrán usarse antes; y también, quien cree que las exportaciones sólo enriquecerían a los políticos y dejarían a la población sin ganancias y sin reservas de gas natural.
Las condiciones climáticas tampoco han ayudado este año al país indostaní. Además de haber sufrido un invierno más frío de lo normal, las tormentas tropicales han provocado varios naufragios de transbordadores fluviales, un medio de transporte frecuente en Bangladesh. En abril se registraron cinco naufragios en veinte días, con 250 muertos y casi 500 desaparecidos. El más grave fue el de “Mitali-3”, con 132 muertos y 200 desaparecidos. El 8 de julio naufragó el “Nasren-1”, de tres pisos, que viajaba con exceso de pasajeros y cargando, además, arroz y verduras. Transportaba 700 personas, de las que 150 consiguieron llegar a nado hasta la orilla o fueron rescatadas por pescadores. Las inundaciones y tornados castigaron el país durante la época húmeda, y el 25 de junio, las lluvias dejaron 23 muertos en Ramargh y Mirarsaria.
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