demanda, el crecimiento del PIB se quedó en un 3,7 por ciento, tres décimas menos que en el año anterior. Quedaba lejos del 5,1 por ciento de 2004. Peor fue el fuerte aumento de los precios que sufrió el país. La inflación se resintió de las altas cotas que alcanzó el precio del petróleo y fue elevadísima: un 9,1 por ciento. La tasa actual de devaluación de la moneda nicaragüense, el Córdoba, fue del cinco por ciento. Pero no todos los indicadores empeoraron. Las exportaciones crecieron una cuarta parte, con respecto a las del año anterior. A ello contribuyó el buen ciclo agrícola junto con la mejora de los precios internacionales de los productos que tradicionalmente exporta Nicaragua, como el azúcar, el café, la carne y el oro. La mejora de las ventas exteriores ayudó a que no se desplomara el dramáticamente necesario crecimiento de un país extremadamete pobre. Este país ocupa la posición 112 del Índice de Desarrollo Humano (IDH) con un coeficiente de 0,69 y dentro del conjunto de países clasificados como de desarrollo humano medio. Su renta per cápita anual, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), fue de 908 dólares. Nicaragua es uno de los países más pobres del hemisferio occidental. Un 80 por ciento de su población vive por debajo del umbral de pobreza e ingresa menos de dos dólares diarios. La mitad está en paro o subempleo, es decir, salarios de 100 dólares al mes. Pero no siempre fue así. En la primera mitad del siglo XX, Nicaragua gozó de una estabilidad reforzada con el apoyo de EE.UU. Pero tuvo un sistema de producción latifundista que privó de sus beneficios a gran parte de la población. La era sandinista, en los ochenta, se caracterizó por el hundimiento del país en la miseria a causa de la guerra civil. Si en el pasado había sido fuente de ayuda económica, en ese momento EE.UU. empeoró la economía echando leña al conflicto con la financiación de la “Contra”, la guerrilla opositora al sandinidmo. En los noventa, con el Gobierno Chamorro, empezó una tímida recuperación que, más tarde se estancó. Tras la condonación de cuatro de cada cinco dólares que debía, la deuda externa nicaragüense asciende a 6.500 millones de dólares. Precisamente, en 2006, La Iniciativa para la reducción de la deuda de los Países Pobres Muy Endeudados (PPME) y la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM) redujeron la deuda la deuda pública externa en más de 20 puntos. Pasó de ser un 109 por ciento del PIB a un 86 por ciento. Daniel Ortega dijo que renegociaría con el FMI un nuevo acuerdo económico. La contradicción está en el pacto suscrito con Hugo Chávez y en el acercamiento de este a la Alternativa Latinoamericana Bolivariana de las Américas (ALBA), que desacredita las fórmulas del FMI, del Banco Mundial (BM) y de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La polémica parecía estar servida. |