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Filipinas A pesar de la inestabilidad política, la recuperación económica sigue adelante El conflicto de religiones y el dominio cristiano Las luchas entre las diferentes creencias religiosas tienen su origen en el asentamiento español de mediados del siglo XVI. Cuando el Reino español conquistó Filipinas, nombre que adoptó el país en honor del rey español Felipe II, la mayoría de filipinos se convirtieron pronto al catolicismo, aunque en la zona sur, profundamente musulmana, se opuso una firme resistencia a la invasión española. Los cristianos desplazaron a los musulmanes dispersos de las islas septentrionales y centrales y continuaron su expansión hasta ejercer una considerable influencia en el baluarte musulmán de Mindanao, zona sur donde se concentra la mayor parte de la población musulmana. Otro foco conflictivo entre las dos religiones ha venido siendo el intenso malestar que ha causado la riqueza de los cristianos del norte en contraposición a la precariedad en que viven los musulmanes. Actualmente, más del noventa por ciento de la población es cristiana, como consecuencia de la evangelización hispánica. Las numerosas fiestas religiosas atestiguan la devoción de los filipinos. En Luzón, región del norte del país, hay penitentes que se clavan a grandes cruces el Viernes Santo o se azotan para redimirse de sus pecados. Además, la Iglesia católica, liderada por el cardenal Jaime Sin, arzobispo de Manila, ejerce una importante influencia política. |
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